Así se debe buscar una vivienda en alquiler


Buscar un piso en alquiler en grandes ciudades como Madrid o Barcelona es toda una odisea. La exponencial subida de los precios, la escasez de la oferta y la desbocada demanda -sobre todo, de jóvenes- están haciendo estragos en un mercado muy verde (poco profesionalizado) en España para responder a la actual avalancha de inquilinos.

El estudio Visión de los españoles sobre el mercado de la vivienda del portal inmobiliario Fotocasa expone esta realidad proclive al alquiler. Según este informe, un 30% de españoles son partidarios de vivir en arrendamiento frente a un 37% que se manifiesta comprometido con la compra (el 33% restante se muestra receloso con el mercado inmobiliario). Una corta distancia impensable hasta no hace mucho.

A la vista del enorme auge del alquiler, este suplemento ha elaborado un decálogo para los potenciales arrendatarios. 10 principios básicos a tener en cuenta al adentrarse en la búsqueda de una casa en alquiler. Una guía para no perderse en el complejo mercado del arrendamiento desde que se decide dar el paso de arrendar hasta que se adquiere la potestad de inquilino.
1. Definir la búsqueda: presupuesto, zona y tipología

Lo primero es calcular el presupuesto. A partir de ahí, se debe definir la tipología y zona a la que se puede aspirar. Al igual que en la compra, los expertos cifran en un 33% el esfuerzo económico máximo a afrontar por un inquilino. Que no destine más de un tercio de sus ingresos a pagar la renta mensual.

Una vez estimado el presupuesto, hay que decidir la tipología (número de dormitorios, fundamentalmente) y la ubicación. Dependiendo de las necesidades y prioridades, primará más el tipo de vivienda o la zona. Desde Alquiler Seguro, firma especializada en la intermediación de pisos en arrendamiento, su director comercial, David Caraballo, aconseja valorar la cercanía al trabajo y que el inmueble esté próximo a servicios básicos (supermercados, centro de salud, zonas deportivas, etc.) y a buenas comunicaciones.
2. ¿Cómo y dónde empezar a buscar?

Cuando se sabe la casa y la zona que se quiere, empieza la búsqueda en sí. Este punto es, a buen seguro, el que más ha evolucionado gracias a la revolución que ha supuesto internet. "Los portales inmobiliarios son el medio más rápido y con más oferta", afirma Ileana Izverniceanu, directora de Comunicación de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).

Izverniceanu remarca, no obstante, que es conveniente explorar todas las vías posibles. También las tradicionales, como los carteles en la calle o los porteros de los edificios. "Darse un paseo y apuntar teléfonos requiere de más tiempo, pero es muy recomendable si interesa una determinada zona. Aún hay buenas oportunidades off line de pisos de personas mayores o poco familiarizadas con la tecnología", señala. "La agencia", continúa, "puede convenir a quien no disponga de tiempo y esté dispuesto a pagar la comisión -normalmente, una mensualidad-".

Respecto a cómo buscar, los entendidos aconsejan armarse de paciencia, comenzar a mirar sin prisas, durante meses, y contratar (mudarse) cuando se encuentre el piso que más se adapta en tipología, zona y presupuesto.
3. Cuidado con los timos

En esta búsqueda, hay que estar en alerta ante los timos. Es fácil detectarlos, según Izverniceanu. "Tienen un patrón: anuncios muy buenos por sus condiciones, excelente ubicación y precio", indica. "También destacan", sigue, "por la imposibilidad de ver la casa o contactar con el arrendador por 'estar en el extranjero' y pedir un pago por adelantado".

La OCU da un consejo para prevenir las estafas: jamás se debe arrendar o adelantar dinero sin ver la casa. Además, habla de otros dos "puntos delicados": hay que asegurarse de que la vivienda sea una vivienda, ya que a veces se trata de locales sin cédula de habitabilidad; y que la persona que lo alquila sea realmente el propietario.
4. Reaccionar con celeridad ante anuncios interesantes

Los pisos vuelan. Ésta es una de las máximas actuales del sector del alquiler. El inquilino debe estar muy atento a los anuncios on line y suscribirse a las alertas de los principales portales inmobiliarios que informen de la salida al mercado de inmuebles que se ajusten a sus preferencias. "Si ve un piso que le interesa, contacte lo más rápido posible con el anunciante", dice Izverniceanu.

"En las ciudades más grandes está habiendo empujones para alquilar", avisa la profesional de la OCU, quien aboga por concertar la visita lo antes posible, pero no precipitarse al firmar. "Demorar un poco la decisión puede suponer la pérdida de la vivienda", advierte, al tiempo que remarca que esta situación de locura "no es saludable".
5. Visita exhaustiva al inmueble

La visita a las viviendas es crucial. Tras hacer una rigurosa selección, el arrendatario debe hacer un minucioso estudio de cada casa que vea. Es recomendable acudir con un listado de indicaciones e ir acompañado. "Cuando se entra en un piso, es fundamental tener una buena sensación. Si esto no ocurre, hay que seguir buscando casas", asegura Caraballo. "Además", prosigue, "también hay que fijarse en que la casa esté en buen estado y disponga de los electrodomésticos básicos".

Izverniceanu anima al arrendatario a hacer una segunda visita para fijarse en el entorno y conocer más al arrendador. "Aunque el piso sea el idóneo, una mal casero puede hacer perder muchas horas de sueño", advierte. Y anima a los inquilinos a no entrar en las "subastas" que se están produciendo. "Hay que decidir si se quiere una casa a toda costa o si se prefiere contratar con alguien serio",insiste.
6. Poco margen para regatear

El desequilibrio entre la demanda y la oferta está tensionando las rentas y, por consiguiente, el margen de negociación se ha reducido. El casero sabe que más pronto que tarde llegará un buen arrendatario que le pagará lo que pide. Sobre todo, si el piso es bueno.

Sin embargo, Izverniceanu defiende que "por supuesto, se puede y se debe regatear". "Hasta que no se firma el contrato, no hay nada decidido", recuerda. En este caso, el arrendatario tiene que saber jugar sus cartas:mostrarse como una persona seria, con empleo estable, con la intención de quedarse mucho tiempo en el piso, etc.
7. Si un piso encaja, reservar rápido

Cuando se encuentra la vivienda deseada, hay que saber atarla. La fuerte competencia entre los inquilinos conlleva el riesgo de que otro se adelante, ya que los propietarios y agentes inmobiliarios muestran la vivienda a muchos sin casarse con nadie. Los expertos recomiendan llevar el dinero de la reserva -una mensualidad-. "Si tenemos mucho interés en un piso, lo mejor es ir a verlo con un contrato de arras en el que se refleje la entrega de la reserva y se detallen las consecuencias si se incumple", dice Izverniceanu.
8. Estudiar a fondo el contrato

Tras el acuerdo verbal entre el arrendador y el arrendatario, hay que rubricarlo en un contrato, un documento que debe incluir un detallado inventario de la casa y que es más importante que nunca, ya que da libertad para pactar reglas distintas a las fijadas por defecto. Normalmente, es el casero quien lo pone sobre la mesa, pero el inquilino también puede redactar otro.

"Tanto en el contenido del contrato como en el resto de cuestiones prima el acuerdo entre las partes", reseña la experta de la OCU, aunque estos puntos no pueden chocar con la Ley de Arrendamientos Urbanos. "El arrendador", añade, "debe depositar la fianza en el organismo correspondiente de la comunidad autónoma y el inquilino podría denunciarlo si no lo hace".
9. Conocer los derechos y deberes

Una vez sellado el contrato, el inquilino adquiere unos derechos y obligaciones. Su principal deber es pagar la renta, pero también se compromete a hacer un correcto uso del piso y no subarrendarlo, entre otros puntos.

Si el inquilino cumple con sus obligaciones, podrá seguir en la vivienda durante un periodo mínimo de tres años con la actualización anual de la renta -el IPC es la referencia más utilizada y equilibrada- y puede rescindir el contrato a los seis meses sin penalización siempre que haya avisado con un mes de antelación. El propietario sólo puede recuperar la casa si la necesita para él o su familia.
10. Contratar un seguro de inquilino

El último consejo de la OCU al inquilino, y quizá el más desconocido, es la contratación de un seguro de hogar de responsabilidad civil. "Es muy importante y pocos lo contratan", alerta la organización. Izverniceanu señala que nadie está a salvo de incidentes y pone un ejemplo real. "Hace unos meses, un inquilino ha sido condenado a pagar unos 60.000 euros a su casera y al local de debajo del piso por un incendio provocado por las hijas de su pareja, que fumaban en la habitación", explica.

 
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